Los concursos artísticos constituyen un pulso para el termómetro de la creatividad. Y en una época donde la fotografía se encuentra en una primavera efervescente y variopinta, las exposiciones de los certámenes se convierten en un escaparate fabuloso de lo que se cuece en las mentes de los fotógrafos. El concurso internacional Joaquín Gil Marraco, ha tenido este año 2010 una de sus máximas concurrencias de participantes, llegando a triplicar el número de autores que se presentaron en la edición anterior.
Desde este momento y hasta el 17 de octubre se puede ver en la Casa de los Morlanes de Zaragoza (Plaza San Carlos), la exposición que comprende las obras ganadoras y una pequeña selección de las participantes.
Tras la inauguración celebrada, pude comprobar que esta exposición agita mentes y conciencias más allá del simple tesón competitivo. Y aunque la asistencia en dicha jornada preliminar no fue muy concurrida, este año no cabe duda de que las obras expuestas atraerán no poca gente; simplemente estamos ante una buena edición de este premio.
Cada vez quedan menos días. Pasen y vean.
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