martes, 28 de agosto de 2012

La masonería.




De una u otra manera, todos somos protagonistas de la Historia. Todos hacemos posible la estabilidad de una sociedad, el progreso de la misma, o su debacle. Es ciertamente nuestro granito de arena el aporte vital de cada uno, simples peatones de este mundo, frente a las grandes biografías de personalidades cimeras capaces de cambiar los tiempos. En la mentalidad popular quedan perennes los nombres y los hechos, pero en esta obra teatral, todos somos actores y espectadores. Hay entonces historias dentro de la Historia y personas sin rúbrica en el negro sobre blanco, que producen un eco hasta llegar al presente. A veces, es un recuerdo débil por poco estudiado todavía. Otras, la distorsión intencionada que nos muestra una imagen equívoca. De esta guisa, el historiador se enfrenta a la muy ardua tarea de desenmarañar el trajín historiográfico para discernir la verdad de lo que no es. De aventar el grano de la paja y desechar lo añadido subrepticiamente. Por eso la labor investigadora es de capital importancia para el entendimiento de nuestro mundo. Pero esa labor es lenta, meticulosa y plural. Como un detective del tiempo, uno se sumerge en los restos del pasado, escucha testimonios, verifica datos y los muestra para el debate plural y enriquecedor. Por todo esto hay temas que siempre conllevan debates alimentados por posturas muy definidas. Y uno de esos extraordinariamente subyugantes vericuetos del devenir de los tiempos, es el que ha desarrollado desde su nacimiento la masonería.

Basta oír su nombre para comprobar que muchas personas, incluso no versadas en el tema, encuentran familiar a esta sociedad secreta. Su popularidad es cultural; Occidente sabe de ella. La bibliografía internacional es exuberante y además, en los últimos años, no han parado de verterse noticias sobre el tema. En España concretamente, la masonería posee un pasado muy proceloso, un presente intrincado y un futuro variopinto. Ahora bien, el profano y el no tan profano han de navegar por un mar de ensayos y testimonios que pone a prueba la conciencia crítica del lector. Denostada por unos, ensalzada por otros, idealizada por tantos, entender a la masonería y conocerla, comprende un viaje al pasado por la historia de Europa.  

Por ello, he querido recomendar para este tema una de las mentes más inquisitivas y expertas a nivel mundial sobre el asunto. En Zaragoza, en el seno de la Universidad pública, se fundó el Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española. Es seguramente el lugar que hace falta para saber moverse en la abundante historiografía sobre el tema. José Antonio Ferrer Benimeli, que desde hace años preside esta institución, ha publicado una gran cantidad de trabajos que versan desde la mirada general hasta el escrutinio concreto de ciertos asuntos. Es por ello, que nos encontramos ante un guía extraordinario para saber realmente qué es la masonería y lo que ha supuesto. Un primer paso, un primer peldaño es ésta, se podría considerar, introducción a tan complejo campo de análisis, intitulado claramente con el epígrafe “La masonería”.

Hace años, en 1994, Ferrer Benimeli escribió un estudio genérico sobre este tema para una colección estudiantil de la editorial Alianza. Más adelante, este ensayo fue creciendo y ampliándose hasta el volumen, ya independiente, que nos atañe. Determinando claramente el destinatario del libro, la escritura de este experto se hace llana y accesible. Por ello es más que recomendable para todas aquellas personas que se acercan por primera vez al conocimiento de la masonería. 

Visto así, no es desatinado ver este trabajo como la respuesta docta a la pregunta ¿qué es la masonería? Para ello se pueden definir tres ramas claras en este ensayo a la hora de responder al interrogante. En los primeros capítulos encontramos la génesis exacta de las agrupaciones masónicas, que no eran otra cosa que los gremios constructores de la Edad Media. La realidad se percibe hoy día incluso en los signos lapidarios que podemos ver nosotros mismos en algunas catedrales. Las piedras hablan y los documentos escritos todavía más. A partir de ahí recorremos el tiempo para ver como con el ocaso de la Edad Media, las corporaciones de albañiles y canteros se transforman. Pierden su exclusividad como “artesanos de la construcción” para dar paso a una nueva masonería, la especulativa. Es cuando el halo de ética y moral que profesaban los gremios, atrae a otro tipo de personas, que ven un comportamiento íntimo en la persona humana, proclive a ese ideal de fraternidad y convivencia. 

Con el paso del tiempo la masonería va creciendo en adeptos, en logias y en variedad. A la postre daría paso a una suspicacia por parte de los poderes establecidos en los distintos estados de Europa. Es el recelo que se acaba metamorfoseando en miedo y animadversión. Nace así la persecución contra los masones. A este tema, dedica espléndidamente Ferrer Benimeli unos cuantos capítulos. Nos muestra las actitudes de los gobiernos, la Iglesia cristiana papal y los posteriores movimientos sociales de gran calado (fascismos de todo tipo e ideologías varias, entre ellas la comunista). La relación entre papado y masonería sigue llamando la atención hoy en día. Con menos virulencia pero con una intolerancia eclesiástica vigente, a pesar que desde tiempos pretéritos ha habido clero masón.

Los capítulos que nos conducen al final de esta “introducción a la masonería”, nos hablan de un aspecto poco conocido popularmente y además, a veces malentendido. Y es ese espíritu, ese pensamiento de fraternidad, de sociabilidad, incluso de pacifismo lo que ha hecho que los masones hayan propiciado el avance en la consecución de fines filantrópicos. No pocas organizaciones humanitarias se deben a la savia de masones y logias. Pero es que además, la leyenda surgida en torno a la masonería, ha creado en el imaginario popular, multitud de héroes políticos y militares. A través de todo el libro vemos no pocos casos, algunos idealizados con el paso del tiempo, y se nos aclara la realidad de ciertas controversias. Entre ellas, las relaciones de la masonería española con el republicanismo o los movimientos independentistas sudamericanos. Realmente la labor del historiador es compleja. Indagar hasta donde ha llegado esa relación de determinado masón o determinada logia es cada vez más difícil. Sí se ponen de manifiesto en el libro las posturas oficiales de algunas logias con determinados capítulos de la historia. De hecho el volumen viene aderezado por documentos oficiales publicados, dentro y fuera de su ámbito, por la masonería española a lo largo de su historia. Constituyen documentos ilustrativos de agradecer, dentro de un cuerpo de apoyo más amplio que nos brinda el autor. 

Ferrer Benimeli además, nos explica al principio de su trabajo el intrincado árbol de grados en los que se divide la masonería. Aclara otros detalles que han sido maleados según intereses historiográficos o que sencillamente pueden no quedar claros en el gatuperio de las habladurías sin sentido. Nos explica detalles curiosos que además se complementan con dos anexos muy acertados. Al final del libro se incluye una cronología de la historia de la masonería (que se inicia en 1717 cuando cuatro logias de Londres fundan la Gran Logia de Inglaterra, confirmando esa transformación antes comentada de la masonería operativa a la especulativa) y un glosario de términos masónicos. Al final de este trabajo divulgativo, entramos en las recomendaciones bibliográficas. Concisas y acertadas, desde el ámbito genérico hasta el concreto de nuestro país. A la sazón se incluyen estudios concretos de temas afines como la persecución franquista, posturas de la masonería frente a temas diversos (educación, artes, la mujer...) e incluso enciclopedias sobre el tema. Oportunamente quiero recordar con entusiasmo los tres volúmenes dedicados a la masonería en Aragón (publicados en Zaragoza en 1979 y recogidos en la bibliografía del trabajo comentado), donde con todo detalle se ponen los puntos sobre las íes, algo propio de este erudito. 

La idea que tras leer el libro nos formamos, es acertada e invita a más. Las conclusiones personales harán que quitemos peso al alimento mediático y a las intromisiones fundadas por intereses. Por tanto, ¿qué es la masonería? Si vemos que el Ser Humano, es gregario y sociable, no nos extrañarán los casos y motivos que han hecho que varias mentes funden pensamientos grupales a lo largo de la Historia. Por tanto, tiene su lógica que la masonería moderna tenga un leitmotiv propio como es la fraternidad, la realización del individuo y por ende de la Humanidad... Es utópico, conocemos la realidad. Pero con pequeños pasos se consiguen grandes avances. Otras preguntas que nos pueden surgir es el afán persecutorio de la que ha sido víctima. Basado primeramente en el secretismo que rodea el funcionamiento de las masonerías, la bola de nieve ha ido creciendo hasta nuestras épocas. En la Edad Media, los gremios canteros gozaban de una reputación exquisita. Su secretismo era profesional, su ética inquebrantable y su religión cristiana. Por tanto, el cambio venidero choca sobremanera. Con la especulación moral que sobrevino después en las logias, apareció la suspicacia de los poderes sociales. De ahí al enemigo en potencia, hay un paso. 

Hoy en día la masonería está asentada en los países democráticos bajo una aureola de apertura social. Eso facilita la expansión de su mensaje y las controversias mediáticas, auténtico pábulo, a veces mefítico, de fines sensacionalistas. Ese aperturismo ha propiciado también la entrada en las logias de advenedizos y curiosos. Pero la verdad es que, como dice Ferrer Benimeli en su libro, se ha pasado de un manoseado secretismo a lo que él califica más bien como “sociedad discreta”. Por tanto, no hay que sacar las cosas de quicio, dar su justa medida a la valoración, y mantener el análisis y la investigación crítica necesarias. A partir de ahí, podemos entender el fenómeno masónico o masónicos (viendo la variedad que podemos encontrar en la historia del mismo). Y precisamente, para comprender y no perderse en bosques de altas copas que impiden la entrada de luz, tenemos esta guía de inicio para un universo masónico, de la mano de uno de los grandes expertos sobre el tema. Una iniciación accesible y resolutiva. 





“La masonería”
José Antonio Ferrer Benimeli
Alianza Editorial
2010

viernes, 3 de agosto de 2012

Luar Na Lubre.





Acompañados de un inoportuno céfiro y arrostrando los ataques de pertinaces mosquitos, se presentó el celebérrimo grupo gallego en nuestra ciudad del Ebro. En el Anfiteatro de la Expo, con un auditorio exiguo pero entregado, aquel concierto quedará en la memoria del que suscribe de forma gratificante y cariñosa. 

Hablamos de esa Galicia mágica. De ese universo celta fascinante. De una melodía hipnótica y en ocasiones acompañada por la voz de Paula Rey, la nueva cantante del grupo. La comunión fue extática. La gente bailó, ovacionó y se dejó llevar. Hasta aprendimos historia con retazos del pasado que se nos comentaban entre temas. 

Sólo en cuatro ocasiones han visitado Zaragoza. Luar Na Lubre lleva décadas girando en torno al sol y dando lustre a la música celta. Es de agradecer que lo diesen todo a pesar de la situación: el viento puede llegar a ser un problema grave para flautas y similares. Así, de esta manera, sonaron entre esqueletos de metal y cemento, grietas del pasado esplendoroso de un verano del 2008, los reyes y damas de bosques encantados, habitados por gentes de tierra y mar, guiados por melodías subyugantes. Transcurrió esa noche de julio de 2012, en la que el aterimiento del viento y los endiablados tangaraños que nos diezmaron, fue roto por el sortilegio del espíritu de Anu que hizo presencia vocacional entre los presentes. Bailad, bailad...