martes, 30 de junio de 2009

Mis días de radio


Además de fotógrafo otra de mis facetas fue la Voz. Más de diez años delante de micrófonos, a través de tres emisoras y acompañado de auténticos héroes de las ondas hertzianas. En ese mundo he de reconocer que me encontraba como pez en el agua, pero siempre hay un momento en el que hay que decidir. La vida es eso, decisiones y más decisiones. Siendo ya periodista de formación me di cuenta de que ese universo en la sombra no estaba bien remunerado. El periodismo de base no está bien pagado en general. Así que por diversas causas prácticas mi labor radiofónica terminó hace unos años en la conocida emisora Radio Ebro, de Zaragoza.

Conocí la magia de la radio a los diecinueve años. Un compañero de carrera, Pau, vio en mí la persona idónea para una sección radiofónica en un magazine que se llamaba “Allá donde estés”. Diez minutos que bajo el epígrafe -El séptimo rincón- me abrieron las puertas a un mundo hasta entonces desconocido para mí. En esa sección mis recomendaciones, sugerencias y en definitiva, una auténtica tertulia en las ondas, versaban sobre el cine, otra de mis pequeñas pasiones. Esa emisora de radio que me vio nacer era Radio Topo. Hablar de esta emisora requeriría un capítulo aparte que no soy digno de escribir. Se trataba eso sí, y aún existe, de una de las grandes radios libres de España. Emisoras de radio sin licencia ni permiso gubernamental pero con una necesidad de cubrir la carencia informativa y cultural que desde luego no ofrecen las radios comerciales; ese es escuetamente el fundamento de estas importantísimas emisoras que abundan por todos los sitios.

Aquel programa lo hacíamos varias personas pero poco a poco mi labor fue creciendo con el paso del tiempo a la par que las ausencias de compañeros cuya agenda personal comenzaba a dificultar su labor. Al quinto año de vida de esta aventura prácticamente sólo dos personas realizábamos ese pequeño hijo nuestro de dos horas, en aquellas tardes noches de los viernes. Para entonces ya era una droga ese mundo mágico. Enclaustrado en una sala de control con mi música y con la libertad de algo que decir a los demás; informar, entretener, éramos y somos comunicadores. La agenda vital que hizo desaparecer de ese programa a mis compañeros, acabó por borrarnos del mapa a los últimos que quedábamos. Pero necesitaba más. No podía dejarlo. Así que mi siguiente andadura fue en Radio Las Fuentes. Otra emisora libre de Zaragoza que pasará a la historia como cuna de algún que otro periodista y rostro conocido de la televisión. Para entonces yo dirigía mi propio programa, se llamaba “Cuaderno de bitácora”.

Yo sólo. Yo con mis pensamientos, mi música, mis textos, mis improvisaciones… No me preocupaba que tuviese audiencia, simplemente era la materialización de mi imaginación desbordada que siempre me ha caracterizado. Por desgracia entré a formar parte de esa familia radiofónica en el peor de los momentos. Malos tiempos para el asociacionismo. Un amigo dijo una vez que hay dos tipos de asociaciones culturales según el tipo de demandante. Agrupaciones en las que uno tiene que aportar y asociaciones para simplemente recibir. Casi todas son del primer tipo, y precisamente eso es lo que nos cuesta a todos, aportar. Ceder parte de nuestro tiempo personal para una voluntad común.

Radio Las Fuentes murió en un proceso de reconversión comercial fagocitada desde sus entrañas. Quizás tenía que ser así.

Mi siguiente aventura recayó en un proyecto de gran envergadura. Un compañero de carrera, que a la postre se convertiría en mi amigo del alma, creó precisamente lo que hacía falta, lo que no existía; un programa de radio sobre el mundo de la solidaridad. Ese programa fue “ONGENTE”. Muchas personas formamos parte de él. Muchos y buenos periodistas se criaron y crecieron con este proyecto. Entrando como aprendices artesanos y saliendo como profesionales. Contando con colaboraciones de todo tipo, desde protagonistas marginados hasta firmas de peso de la cultura, política… En definitiva, en su sector era y no peco de altanería, el programa perfecto.

La emisora comercial Radio Ebro fue donde se albergó este programa semanal. Y digo albergar como de aquél hostal donde se paga para pernoctar. Así, con un espacio pagado del bolsillo de la producción, estuvimos un lustro en las ondas. Pero ¡hay!, si hay dinero de por medio… el peligro acecha. Digamos que cada medio de comunicación tiene su política, nosotros, los del gremio, decimos línea editorial. Y como nos podemos imaginar no eran líneas convergentes; eran paralelas sin puntos en común, en definitiva, un abismo.

En lo más alto que se puede llegar, el programa desapareció. Creo que lo hicimos tan bien, director, periodistas, técnicos, colaboradores… que el destino nos permitió el lujo de poder cerrar la puerta nosotros mismos y en el momento que quisimos. Con la cabeza tan alta que las cervicales estarían durante años resintiéndose.

Y así esa puerta yo personalmente no la volví a abrir nunca más. La vida, las ocupaciones hacen que una vuelta a la radio no sea una quimera pero sí algo todavía lejano.

Muchas veces lo pienso y mi amigo Juan Ramón, padre de ONGENTE, y yo nos lo preguntamos. Pero las vidas que llevamos son el mejor tratamiento antidroga para ese amor que en su día profesamos a las ondas. No obstante no vemos el futuro, quién sabe.

Allí, en un pequeño control de radio, el que suscribe abría las puertas de un mundo personal para que entrase cualquier invitado. Un mundo mágico repleto de intimidad, riqueza, sentimiento y libertad. Con la libertad de una línea editorial, que insisto, todos los medios de comunicación libres o comerciales acaban teniendo, pero con unos horizontes tan amplios que ni la teatral televisión ni el poder de la prensa escrita pueden igualar.

Afortunadamente vivimos en un país con mucha tradición radiofónica. Y a pesar de las nuevas tecnologías algo queda. Aunque sea en la noche noctámbula, en el trabajo, en el despertar de la mañana… La grandeza de la radio no es sólo tecnológica (fácil de emitir con pocos medios); hablamos de la voz que se mete en nuestra casa, en nuestra vida, en nuestra cama y que da calor sabiendo que al día siguiente, la cita se repetirá.

Me alegro de haberla conocido, de haberla creado, de haber formado parte, porque creo que me enriqueció más a mí que yo a ella. Y porque es de esos pequeños placeres de la vida inigualables y por supuesto de momentos irrepetibles. Por eso deseo que no desaparezca nunca este medio de comunicación. Aunque sea en Internet o vete a saber que otro futuro invento. Por eso más que pedir, tengo que dar gracias. Y aunque me dedico a fotografiar imágenes, que según el dicho popular, valen más de mil palabras, he de decir bien alto que “una palabra puede inspirar más de mil imágenes”.





P. S.: Esta foto fue tomada el 22 de diciembre de 2003 en el estudio principal de Radio Ebro de Zaragoza. De izquierda a derecha los que están sentados son: Mamen Pardina, Juan Ramón Junqueras, Juanjo Morales y Alicia Pina. El que está de pie soy yo, el que suscribe.

sábado, 20 de junio de 2009

La ley reseca

Conozco el tesón del alcohol enjaulado en vidrio por liberarse a través de una compañía placentera que ayuda a olvidar, proporciona calor y divierte. Es algo más que una droga o un vicio. Es parte de la cultura humana a través de los tiempos. Hoy nos asusta ver cómo no podemos controlar el fenómeno llamado “botellón”. Nos asusta porque los padres de las jóvenes criaturas no pueden evitar que sus hijos beban lujuriosamente. No pueden inmiscuirse en su intimidad vigilando, encerrando cual niños que han hecho algo malo, o prohibiendo. Para ellos, los padres, parece que ya es tarde. Faltos de proveer una educación cercana que han delegado en los colegios, se enfrentan a una adolescencia y a la propia calle que enseña a sus hijos a ser lo que ellos creen que es la libertad.

Ahora el Ayuntamiento de mi ciudad, Zaragoza, accede a cortar por lo sano. La última alternativa; el castigo y la prohibición. El Estado ha fallado una vez más, los padres han fallado de nuevo.

Hace poco veía en televisión a un alto responsable de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) reconocer que acabar con las drogas es una utopía. Abogaba por la solución de la educación para que el individuo sepa elegir y actuar con responsabilidad. Creo que el problema no son las drogas, sería otro tema. El problema es la educación y el sentido común. Pero eso es aplicable a todas las edades. El problema del botellón recoge dos trasfondos: uno es el uso ya habitual de la bebida como elemento lúdico y de alteración de la conciencia. Otro es la carencia de responsabilidad que demuestran los jóvenes. Si los grupos que hacen botellón dejaran todo tan limpio como estaba antes de sus reuniones, el problema sería menos. Tan solo habría quejas de ruidos (que no es cosa baladí por cierto). Pero si por un lado he de reconocer que muchos jóvenes de hoy (qué tentador es generalizar) son auténticos desconocedores de las buenas maneras, por otro hay que decir que muchos adultos deberían volver a leer los antiguos libros del saber estar. España, es uno de los países que menos conciencia ciudadana de la convivencia tiene. La suciedad de las calles es general porque es común tirar colillas y papeles al suelo. En Zaragoza, es normal ver a ancianos sustraer flores recién plantadas por el Ayuntamiento. Nadie les multará por alimentar sus macetas privadas con el erario público. Por no hablar de adultos de todas las edades firmando con excrementos en la calle la incapacidad de alcanzar un lavabo. Las cloacas harán el resto.

No debemos centralizar el problema de la mala educación y la mala responsabilidad en los jóvenes cuando muchos adultos son un ejemplo a no seguir. Cuando viajamos por otros países europeos salta a la vista que por las calles de nuestras ciudades españolas caminan piaras en lugar de gentíos…

Esta ley del botellón creo que es fruto de una presión social y política que habrá que ver cómo funciona. Recuerdo que los jóvenes de mi ciudad sólo se manifiestan cuando les agreden sus forma de vida y de ocio. En los últimos años no he visto manifestaciones contra la “vivienda”, el “paro juvenil” y otros temas de interés vital. Sí por el contrario recuerdo la que se armó en Zaragoza por el cierre de bares a horas más tempranas. Los jóvenes deberían hacer acto de contrición pues ser educado y limpio no cuesta nada. Pero el Estado debería ser coherente. Y sobre todo, los padres, educar de verdad. No castigar ni delegar en colegios lo que deberían inculcarles ellos. Este parche social dará que hablar. Pero quería comentarlo y me pongo por supuesto en la piel de los jóvenes que para salir de marcha necesitan un dineral.

No obstante siempre se puede corregir. Ellos pueden ser más limpios y más respetuosos con los demás. Así la sociedad será más condescendiente con ellos y no más represora.

miércoles, 10 de junio de 2009

Mónica Naranjo



Otra de mis facetas fotográficas es la cobertura periodística de música en directo. Confluencia de dos de mis pasiones: la imagen y la música. Más adelante hablaré de esta carrera paralela de mi labor, aunque para ilustraros mi trabajo os recomiendo encarecidamente que visitéis www.aragonmusical.com Con ellos llevo ya ligados más de tres años en una primorosa hermandad. Si queréis estar al tanto de todo lo musical en Aragón, este es vuestro sitio.

La música entra a colación de mi última “cobertura” que en este caso fue la de la cantante catalana Mónica Naranjo. Por un lado me invadía la curiosidad por ver en directo la ya legendaria voz de esta portentosa de los escenarios. Y dicho sea de paso, quise conocer de cerca a esa persona, que como capricho del destino, hizo compartir conmigo un curioso detalle. Ambos, ella y yo, hemos nacido el mismo día, el mismo mes y el mismo año. Los dioses saben si incluso a la misma hora. Sería ese… un capricho muy selecto del destino.

Mónica es una “rara avis” de la música. Con catorce quince años ya preparaba su voz académicamente e incluso llamaba a la puerta de discográficas. Y dicho y hecho, de esta manera publica su primer disco en 1994, su título es homónimo. El éxito sin embargo no se produce en España (algo habitual para artistas de fe). Es en México donde se convierte en una diva del pop. A partir de ahí todo son altibajos pero con sello propio. Con voz propia, y con seguidores incondicionales.

Voces así hay pocas. Dicen los expertos, capaz ella de deslizarse más allá de los terrenos del contralto dramático y soprano spinto. Por tanto, quería verla, comprobarlo.

El 4 de junio su gira “Adagio” desembarcaba nada menos que en una de las mejores salas de música de España, la Sala Mozart de nuestro Auditorio de Zaragoza. Acompañada con una orquesta que ponía música a su carrera, dejando a un lado el rock y el pop que conforman su habitual seña de identidad, para homenajear sus veinte años de andadura.

Lo que escuché fue una voz ciertamente deslumbrante en un panorama musical español embriagado de voces melosas y acarameladas, empalagosas hasta el vómito. Su personaje me pareció tan cercano que a ratos no quería parecer lo que mostraba, ser una diva venida de la lucha pero con oropeles que dejaba caer voluntariamente para desnudarse ante sus incondicionales. Eso me pareció digno. Ser uno mismo hoy en día está mal visto todavía.

Quizás ese calor humano, la emoción o yo qué se misterios de la voz, hizo que ésta, precisamente le fallara y necesitase, en plena interpretación, carraspear de tal manera que poco menos el sonrojo enmudeció nuestras pieles. Yo nunca había visto ese lapsus en mis nueve años largos de carrera fotográfica musical.

Aparte de ese “errarum humanum est” la impresión que me dio es la de todo un personaje.

Su música, hasta la fecha, me parece una mezcla de poprock rosa alimentada de los gustos de la gente corriente, es decir, casi todos los mortales que somos. Y a partir de ahí pone un estilo que es único en España, aunque no en Occidente. Voces como la de Mónica hay y ha habido pocas pero las ha habido. Me gustaría ver su talento explorar nuevos campos más alternativos y más oscuros incluso, aunque eso la alejaría del pop. No así creo de sus seguidores, que llenaron prácticamente la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza.

Para mi pesar no haberla visto en directo con su anterior trabajo. La verdad es que no la había visto en directo nunca. Intuyo, dados mis gustos, me gustará más como antes. Pero el Arte es experimentación. Y en eso hay que ir adelante. A fin de cuentas el estilo propio no se pierde nunca. Y eso, a pesar de algunas chabacanerías, reconozco que Mónica Naranjo lo tiene y es del bueno.





sábado, 6 de junio de 2009

Las Novias




Hace un tiempo, en esta magna ciudad del río Ebro, cuajaban no pocos grupos musicales de variopintos estilos. No en vano Aragón nutre más que favorablemente el panorama industrial musical de España. Una de estas formaciones hacía un estilo de rock oscuro cercano a la poesía lírica romántica decimonónica enlutada (por aquello del color negro) en acordes de guitarra eléctrica y una poderosa voz, la de Toño Leza. En los años noventa, "Las Novias", desapareció. Pero su esencia permaneció en el imaginario cultural de la música de Zaragoza. Poco a poco se respiraba en el aire una sed de vuelta al ruedo. Sencillamente porque la gente quería más. Y así fue.

Este 23 de junio de 2009 Las Novias vuelven con un nuevo disco. En una colaboración que ya es amistad yo me encargué de realizar el reportaje fotográfico para la carpeta del álbum. Fotografías de estudio del conjunto (esta vez con un nuevo batería, Nacho Til, sustituyendo a Roberto García). En la sesión conté con la maquilladora Juani-Paleta de colores (http://perso.wanadoo.es/paletadecolores). 

La "quinta" integrante del grupo, Ainhoa Tilve, vuelve a brillar con luz propia a la hora de dar forma a este trabajo de reencuentro. Eso sí, siguiendo con la línea oscura que caracteriza la impronta de Las Novias. Un disco de sombras en su diseño, en sus formas y en su concepción. No tanto en su música. Para mí muy melódica, muy acoplada  a los tiempos que corren. ¿Comercial?. Las Novias no son fáciles pero siguen siendo ellos.

De esta manera los veremos en directo en la Fnac de Zaragoza el mismo día que se pone a la venta su nuevo trabajo llamado "EGO". Será por la tarde a eso de las siete. 

Toño Leza, Oskar Díez, Pedro García, Nacho Til. 
Las Novias vuelven con "EGO".

P. S.: más sobre Las Novias en www.lasnovias.org

Work in progress



La serie en realidad es pura estética. Como muchas veces comento, me muevo entre lo estético y lo conceptual. Entro por los ojos y termino en el corazón y el estómago, auténticos motores vitales. Hay en mí algo oscuro pero creo que es un ingrediente que condimenta con cierto talante enriquecedor lo que hago (www.picassomio.com).

Os adelanto unas fotografías de ese proyecto que provisionalmente se llama "Claroscuro". 





Bienvenida

Ni qué mejor dicho. Inauguro una pequeña presencia personal en la Red a falta del venidero sitio web oficial. 

En este espacio expondré todo aquello que pase por mi cabeza y lo que es más importante, las últimas noticias sobre mi obra artística fotográfica.

Un abrazo digital y sed todos bienvenidos.


Ángel