domingo, 17 de julio de 2011

Encuentro con dos caballeros.



Hay mundos que siempre tienen una puerta abierta invitándonos a entrar. Son mundos fascinantes y el deleite placentero suele ser más poderoso que la realidad. Una vez formamos parte de ellos, encontramos no pocos alicientes para explorarlos. Y cada vez, nos van embelesando proporcionando alimento para nuestros deseos de ir más allá.

La imaginación creadora puede contener una variedad muy rica de ingredientes. Muchos de ellos tan distintos, que desconcierta verlos aunados en crisoles literarios como el que dio lugar al mito y la leyenda de la Materia de Bretaña. Un rey medieval y su mundo; una puerta abierta más rica que el simple bruñido del acero de una espada. Una lectura de evasión y a su vez prontuario iniciático para aquellos que deseen ver el reflejo de una época personificada en el ideal de la caballería.

Hay muchos caballeros medievales campeando por Europa. Incluso en España se han forjado no pocas historias y ficciones con nombre propio. Pero hay un nombre que atrae sobremanera la imaginación popular. Ya desde su aparición en el siglo XII, el Rey Arturo y su mundo han inspirado a las mentes más incisivas de la literatura europea. Y su estela, su figura, trasciende los tiempos hasta involucrarse en todas las épocas y todas las Artes. Quizá sea el cine el que ha prolongado su imaginario popular hasta nuestros días y ha dado la eternidad a ese mundo ensoñado de caballeros, damas, aventuras y magia. Pero incluso antes de darle forma a nuestros sueños, toda la corte de Camelot retumbaba por Occidente influenciando vidas y obras. Es otra de sus muchas magias, la creatividad fundada en nuestras fantasías más íntimas, dispuestas a cabalgar en pos de un mundo maravilloso.

Yo, reconozco, fui atrapado por este rey. O mejor dicho, invitado a convivir en su corte. Y de vez en cuando emprendo un viaje acompañado de algunos de sus caballeros. En esta ocasión, la invitación a adentrarse en bosques, vivir romances y deshacer entuertos, viene de la mano de dos de sus mejores hombres. Nada menos que Lanzarote y Erec.

Cada miembro de la Materia de Bretaña, como se conoce en conjunto este universo, supone un mundo por descubrir. Hablar de Lanzarote del Lago implica conocer una de las piedras miliares de la vida del Rey Arturo. Tan atrayente y tan rica es la vida de Lanzarote, que las páginas dedicadas al mismo suponen el corazón de la historia de Arturo. Una nueva versión de las andanzas del que está considerado el mejor caballero del mundo, nos llegó este año de la mano de Carlos Alvar. Un volumen editado por Alianza nos muestra los tres libros anónimos de la “Historia de Lanzarote del Lago” en una recopilación traducida con rigor y fervor artúrico.

Hablar de Lanzarote del Lago es, indefectiblemente, tratar sobre el tema del adulterio. Lanzarote, el gran caballero de la Corte del Rey Arturo, pasará al acervo cultural como el gran amante de Ginebra, la esposa del conocido rey. Este tema es trascendental; no es desde luego el único adulterio de la Materia de Bretaña, pero sí el más decisivo en cuanto que a la larga supone el fin de Camelot y de Arturo (siguiendo siempre los textos de la Vulgata, los libros tenidos como centrales de la literatura artúrica). El adulterio en este entorno ha revestido diferentes interpretaciones a lo largo de los siglos. Sobre todo con la evolución de los parámetros que imponía en cada época el “amor cortés”. Sin embargo, el final de Lanzarote es purgatorio, pues acaba voluntariamente recluido en una ermita. Por el amor de Lanzarote hacia Ginebra, la corte acaba enfrentándose a su gran caballero. Como digo, sin desvelar muchos matices, esto supone el final del Rey, en un combate letal contra su sobrino Mordret.

El gran atractivo de esta literatura es la riqueza creativa de la misma. La vida de Lanzarote ya comienza de forma mágica. Su apelativo viene de la crianza, hasta los dieciocho años, que el futuro caballero tiene de la mano de la Dama del Lago. Ésta se lleva a Lanzarote para criarlo cuando el padre del mismo, Ban de Benoic, fallece. A partir de ahí, la vida del joven es pura magia y aventura sin igual, que atrapa desde el primer momento.

El volumen que nos atañe está brevemente prologado por Carlos Alvar. Comprende una revisitación clara y directa de estos textos en prosa, claves de la Materia de Bretaña. No hay sin embargo, acotaciones ni notas en el presente texto. Algo que otras publicaciones de Alianza poseen.

Casi al unísono nos encontramos, también en la misma editorial, la historia de otro gran caballero, Erec. O lo que es lo mismo, la historia de amor entre “Erec y Enide”. Las andanzas de la caballería no estarían completas sin una dama a la que amar. Hay muchos casos de amores caballerescos en la literatura artúrica y el de Erec merece mención aparte por cierta peculiaridad. El quid de esta historia no es la forma en que se conocen y se aman la pareja protagonista, sino las consecuencias de ese amor. En una ocasión, Erec y Enide se conocen, y el amor les une para siempre. Sin embargo, y aquí radica lo curioso, la pasión es tan fuerte que Erec se entrega completamente a su amada. Tanto es así que, como a veces ocurre en la realidad, el gran caballero sólo tiene ojos y tiempo para Enide. Todo lo que no sea su amor por ella carece de importancia. O dicho de otra manera, el caballero enamorado, se olvida de ejercer las ocupaciones que requieren su condición. Esta “dejadez” mancha su reputación. Y precisamente, para limpiar de nuevo su nombre, la pareja emprende todo un recorrido aventurero y maravilloso que pondrá a prueba la relación de ambos.

La historia de Erec responde a un ideal, pues no hay que olvidar que el mundo artúrico no deja de ser una sociedad caballeresca de entrega vital al Rey (en términos espirituales y de vasallaje). Como tal han de comportarse. Esa losa, es la que espolea la reputación de Erec; mal visto al relajar los servicios de armas por una mujer. La historia es rica en vicisitudes pero además nos perfila el modelo de esposa que se debía tener en tiempos del autor de este relato, Chrétien de Troyes. Este escritor es uno de los hacedores del mundo artúrico. A él le debemos grandes relatos como el que nos ocupa. De su vida sabemos poco, pero su legado es vital dentro de los autores conocidos del mundo artúrico. Oficialmente se le reconocen El caballero de la carreta, Erec y Enide, Cligès, El Cuento del Grial y El Caballero del León. Vivió en el siglo XII francés bajo auspicios de la Corte de Champaña, con sede en Troyes. Está considerado uno de los grandes escritores medievales y a juzgar por la importancia y alcance de sus obras, no está de más decir, que sin él, la Materia de Bretaña habría sido otra.

En Erec y Enide, aparecen claramente los cánones de los comportamientos cortesanos. Plantea dudas, poco menos que matrimoniales, y se rige de forma ejemplar por la moralidad caballeresca. Basada esta, como no puede ser de otra manera, en el amor. En general, el mundo artúrico responde a los comportamientos caballerescos que se iban conformando a lo largo de la Edad Media. Al principio, con fuertes herencias paganas del mundo celta, para seguir la estela del cristianismo. No sin abandonar los ámbitos maravillosos, la magia, y las peculiaridades del Bien y el Mal, donde el Ser Humano se debate para intentar llevar una vida digna y virtuosa.

Los hilos conductores, los personajes, y la acción en sí misma, atrapan al lector en estas dos obras que por cierto, están traducidas por la misma persona. A colación de este apunte, hay que agradecer que Erec y Enide posea acotaciones y aclaraciones a pie de página, no solamente sobre la obra en sí misma, sino incluso del mundo medieval y caballeresco. Estas aclaraciones temáticas son fruto del propio Alvar con Victoria Cirlot y Antoni Rosell. Entre los tres han traducido y preparado esta pequeña joya artúrica que ahora nos llega.

Como apuntaba antes, con la Editorial Alianza podemos adentrarnos en la Materia de Bretaña guiados con expertos como Alvar, a la sazón una de las mentes más versadas sobre el tema. De hecho recomiendo para no perderse en el prolífico mar de personajes, su Breve diccionario artúrico, entre otros trabajos.

Leyendo estas páginas seguramente econtraremos nombres que despertarán nuestra memoria literaria y también la visual. Signo inequívoco de que las historias de la corte de Camelot siguen influenciando y dejando huella en nuestra cultura. A fin de cuentas, estamos en una evolución folclórica y tradicional que aúna muchos aspectos medievales. Estos dos libros, recientemente editados, son piezas clave de esta cultura literaria evolucionada durante siglos. Y ojalá, no me equivocaré, seguirá siendo así por una eternidad. El rey Arturo, según Katharine Mary Briggs (1898-1980), experta en el mundo feérico, está calificado en el folclore celta como “guerrero durmiente”. Es decir, herido gravemente por Mordret, en realidad, fue traslado a Avalón para recuperarse. El futuro pues, no es incierto. El reino no tiene fin. Y en estas páginas como las que nos atañen, encontraremos dos buenos ejemplos, dos buenos caballeros, que nos harán de estupendos guías por un mundo que, en su día, perteneció al nuestro. Quizás ahora sea de otra manera; en nuestras manos, se abre una puerta que invita a entrar. Cabalguemos entonces hacia Camelot.




“Historia de Lanzarote del Lago”

Editorial Alianza

2011


“Erec y Enide”

Chrétien de Troyes

Editorial Alianza

2011


viernes, 1 de julio de 2011

I Encuesta Aragón Musical de la situación de la música aragonesa.

Recientemente se han dado a conocer los resultados de una encuesta que, a mi juicio, es más importante de lo que parece. La asociación Aragón Musical ha sondeado, tanto a usuarios como a artistas, en cuanto a preferencias y opiniones relacionadas con el mundo de la música. Desconozco si ha habido en épocas anteriores, otros estudios de hábitos, opiniones y comportamientos dentro del ámbito musical en Aragón. Lo que sí es cierto es que estamos ante lo que posiblemente sea la primera incursión analizada incluyendo la presencia y el impacto de las nuevas tecnologías.

El estudio trata de un cuestionario muy completo delimitado en Aragón. Si tenemos en cuenta lo que nuestra región aporta a la industria musical española, merece la pena detenerse unos minutos en la lectura y comprensión de los resultados publicados. La importancia radica en una cosa: la actitud fundamenta la acción que se va a tomar. Y en eso, tanto usuarios de la música como los artistas que la hacen, son claves. Para empezar para los políticos, gestores del dinero y el apoyo a la cultura. Y también para la industria musical. Un gigante que mueve conciertos, discográficas, espectáculos, legislación de autorías, y un largo cuerpo que alimenta el intelecto, el Arte y el alma de las personas que sienten algo en su interior cuando escuchan una canción o tema musical del tipo que sea.

Ciertamente, una encuesta hay que entenderla entre líneas. Lo que muestra son tendencias. Pero conozco el mundo musical aragonés desde hace once años y sé que las respuestas y las intenciones son esclarecedoras. Es un elemento más para informarse y comprender. Hacer algo así, y sin mediar dinero, es más que necesario.

Os animo a que dediquéis un rato al informe. Estamos ante un buen termómetro interno que muestra con bastante aproximación la voz de este mundo musical, que nos pertenece y al que pertenecemos de una u otra manera.


Encuesta de la situación de la música aragonesa.