La Universidad del País Vasco es un punto de encuentro para el debate artístico-cultural desde hace tiempo. Es un tema que conozco. Cuando tenía dieciocho años estudié un verano en San Sebastián y llevo ya un tiempo siguiendo su editorial que, como muchas universidades, publica trabajos de lo más interesante.
Desde 2004, y con carácter bianual, se realizan los encuentros AKME (Arte, Kultura, Media) en la Facultad de Bellas Artes de dicha Universidad. Hace poco editaron un pequeño librito a modo de puntos de fuga para el debate que se establece entre profesores, alumnos y artistas. Se trata de siete artículos de temas diversos pero con un nexo común, el signo de los tiempos, el signo de nuestro Arte y la cultura que los produce. El hecho de que se hiciesen en la universidad respondía a incentivar al alumnado en un tema que, al parecer, no está demasiado integrado en el ámbito académico. Responde así a una demanda lógica e histórica: la universidad como ágora artística y cultural, además de aprendizaje y conocimiento.
Y la cuestión es que tanto el Arte contemporáneo, como la figura del artista, están constantemente debatidos para la actual redefinición de los términos. Estos artículos explican la situación actual y resumen lo que se propugna.
Inaki Billelabeitia reflexiona sobre la imaginería de nuestra sociedad en su artículo “Consumir y producir visualidad”. Ya desde hace tiempo todo nos entra por el ojo, el oído y el tacto. Hoy más que nunca las imágenes tienden al multimedia. Pero no sólo ellas, también la información y la creación artística. Se propugna un artista multimedia. En realidad, en muchas profesiones se postula ya esta especie de sinergia mediática (se ve en otras actividades como el periodismo por ejemplo). Ahora la imaginería, otrora exclusiva de artistas e intelectuales, pasa a formar parte del alimento cultural de la sociedad; gran cantidad de imágenes, producidas a gran velocidad. Muestra de ello es Internet, YouTube, Flickr… Por tanto, el Arte deja de ser estanco. En Aragón por ejemplo, hemos visto ya concursos de Artes plásticas con categorías definidas pero con premiados híbridos. De esta manera, el presente y el futuro pasan por este mestizaje. La pregunta es la posición del Artista frente a él mismo y frente a la sociedad. Eterna cuestión que atisba Arantza Lauzirika en su artículo “Pintando ciervos”. Las preguntas que nos podemos plantear son muchas y pocas las certezas. ¿Debe ser el Arte popular?, ¿qué es vanguardia hoy?, ¿Experimentación o naturalidad?. Quizás, como muchos pensadores a lo largo de la Historia han sostenido, el hombre lo único que hace es imitar a la Naturaleza. Me vienen a la mente en esa línea, por ejemplo, lo que opinaban Gaudí o Waldo Emerson. El primero dentro de ese ciclo de producción de la Naturaleza que es el arte del hombre, el segundo, más en la línea trascendental de la Madre Naturaleza y nosotros, hijos y deudores.
Hay una máxima que sostiene que los mensajes son universales, lo que varía son las formas de contarlos y mostrarlos. ¿Esa es la clave de todo Arte?. Por tanto, como apunta Lauzirika, los nuevos géneros visuales, están produciendo nuevos tipos de obras. ¿Es válido en el caso del Arte afirmar que el medio es el mensaje?. Yo como artista que soy, a veces me quedo descolocado. Y más cuando nos cuesta estar al día. Innegables son ya las aportaciones e influencias de las nuevas tecnologías. Casos concretos se nos muestran en estos artículos coleccionados bajo AKME. Un colectivo y un proyecto, Platoniq, que vive por la esencia de la cultura en la sociedad actual. Las relaciones y las propuestas resultantes de este maridaje dan para mucho. En especial en el campo de la música. Y a nivel de intelecto, podemos encontrar el Banco Común de Conocimientos (BCC). O dicho de otra manera, el intercambio libre y personal para nuestra realidad cultural. Desde lo colectivo (da igual, añado, sea desde lo público o lo privado) hasta el individuo, en un feedback que enriquezca. Entonces, hoy más que nunca, y gracias a Internet, todo esto y más es posible.
Es el caso del grupo musical Motorsex. Hechos a sí mismos con una originalidad apabullante. Las nuevas tecnologías favorecen esto. Además, por supuesto, de lo que la Red ha cambiado el mundo musical, tanto en la industria como en la promoción de los grupos.
La recopilación de artículos de AKME se completa con un balance de la historia de los VJs (Video Jockeys) y otro artículo sobre el street art. Este último texto, esclarecedor en cuanto a su relación con el graffiti.
Quedan lógicamente muchas puertas abiertas para miras que no tienen horizonte definido. Quizás, porque a veces hay cosas que no se pueden definir. La última palabra deberían tenerla los artistas y no los críticos o las galerías. Aunque estas últimas son las que criban el marcado de los autores. Más peso deberíamos dar a los foros académicos como bullicio de opiniones e ideas (a la postre, proyectos) y más libertad para que el público se convierta en parte de la obra artística. Para esto último vamos en el buen camino: facilidades de acceso al ámbito expositivo, interacción con ellos... a lo mejor estamos en camino de que el artista total sea un conglomerado de mayoría popular. No obstante, el origen del mensaje en toda obra de Arte, estará en su creador. La interpretación pasará por la subjetividad y el pensamiento de cada individuo. Eso, el pensamiento, es lo único realmente libre que tenemos.
http://www.ehu.es/akme
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